Los conserjes de los colegios no lo tienen fácil. Bossard y Embru-Werke AG, empresa suiza líder con una larga trayectoria en la fabricación de mobiliario escolar, se lo ponen un poco menos difícil.
30.000 es la cantidad de sillas de los modelos relevantes que Embru-Werke AG (CH) fabrica cada año.Los nuevos tornillos eliminan la necesidad de estar ajustando manualmente los cinco pies de goma.
Las sillas que permiten una gran variedad de movimientos están de moda. Incluso en los colegios. Y los profesores no son los únicos que preferirían que los estudiantes se centraran más en actividades intelectuales. Los conserjes tenían en problema de que los pies de goma de las sillas Embru se aflojaban cuando los estudiantes se balanceaban en sus sillas hacia delante y hacia atrás, y a veces había que apretar dichas piezas. Con bastante frecuencia había que sustituir la base entera de la silla porque las roscas estaban desgarradas. Los tornillos que se utilizaban como elemento de sujeción no óptimos y su fiabilidad dejaba mucho que desear. Con estos tornillos, la goma no siempre podría colocarse cómodamente durante el montaje. Trabajando en colaboración con el ingeniero de diseño y el director de producción de Embru, Bossard encontró una solución que no requería modificar el diseño de la silla.